A la sabana keniana le crecen ordenadores
Día 03/02/2013 - 03.05h
El país africano prevé crear más de 200.000 puestos de trabajo con la edificación de su nuevo centro de negocios tecnológico, el Konza City Technology
Enmarcado en su reciente campaña de mejora de infraestructuras, el Gobierno de Kenia ha puesto ya la primera piedra (moral) a uno de sus proyectos más ambiciosos: la edificación del «Silicon Valley de la sabana»,
una nueva ciudad destinada a convertirse en el centro tecnológico de la
región. Pese a que su construcción no será finalizada de forma
definitiva hasta dentro de veinte años, Konza City Technology —como así se llama el intercepto— está previsto genere más de 200.000 puestos de trabajo.
La apuesta no es menor: el coste del nuevo centro de negocios será cercano a los 11.000 millones de euros con el objetivo de atraer a empresas de «externalización» de procesos, desarrollo de software o almacenamiento de datos.
No son poca cosa, para un centro financiero a unos 60 kilómetros al sureste de la capital, Nairobi, y que será generado del polvo.
«La amplia infraestructura de Kenia y una población de
mayoría angloparlantes serán recursos inmenso para Konza City
Technology», aseguraba el ministro de Información y Comunicaciones, Samuel Poghisio, durante la presentación del proyecto.
Para Poghisio, la nueva ciudad debe convertirse «en un faro de excelencia y esperanza» para el continente africano.
Y, aunque parezca lo contrario, hermanos no le faltan. Desde su apertura en 2010, la comunidad tecnológica iHub se ha convertido en el principal germen de los más innovadores diseños del continente. caso de «Ushahidi», una plataforma de código abierto de información ciudadana y cuyo origen se remonta a la ola de violencia post-electoral que sufrió el país africano en 2007-2008.
«El éxito de la iHub se fundamenta en haber sabido
organizar una base sólida de asesores y miembros de la comunidad que
entienden su ciudad, sus compañeros y su región», destaca con asiduidad Erik Hersman,
fundador de este espacio abierto a jóvenes emprendedores. Precisamente,
disponer de una comunidad de expertos en tecnología que comprenden las
actuales necesidades de la sociedad keniana se antoja como su principal
virtud.
El móvil, para todo
Más aún, en una región de características propias y cuya apuesta es fundamentalmente móvil. En la actualidad, cerca del 80% de la población adulta del África subsahariana no dispone de cuenta bancaria. Una carencia que contribuyen a soliviantar servicios como el keniano M-Pesa, que permite a sus clientes realizar transacciones financieras por teléfono móvil.
Desarrollado en 2007 por la compañía de telecomunicaciones
Safaricom, M-Pesa (del swahili «Pesa», dinero) es el máximo exponente de
la creatividad tecnológica que experimenta el sector financiero
africano. Sobre todo, en un país como Kenia, que pese a contar con un índice de analfabetismo del 28%, dispone de más de 24 millones de teléfonos móviles.
Precisamente es la absoluta sencillez y su accesibilidad (el servicio cuenta con más de 17 millones de clientes,
más de un tercio de la población del país), la principal virtud de
M-Pesa. Para comenzar a utilizar este servicio, tan sólo es necesario
registrarse en cualquiera de los más de 27.000 puntos de venta autorizados que Safaricom dispone en el país, así como proporcionar un número de teléfono móvil.
Finalizado el proceso (totalmente gratuito), el usuario
podrá desde ingresar dinero en su «cuenta virtual» a enviar fondos a
otros usuarios mediante SMS, pasando por el pago de facturas o
servicios. Todo ello, en una red mercantil que no se limita tan sólo a
Kenia, sino que incluye Tanzania, Reino Unido o Sudáfrica.
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