Fuente:elviajero.es
Jacques Desbois, al que se le conoce en Quebec como Mr. Iglú,
ha sido siempre un apasionado de la nieve y del invierno. Primero abrió
una empresa dedicada al ecoturismo en la que puso de moda el iglú como
alojamiento para el invierno. Pero un día leyó un artículo sobre un
hotel de hielo en Suecia y decidió que tenía que reproducir aquello en
Canadá. Así fue como, tras viajar al país escandinavo para verlo de
cerca, en 2001 abrió el Hotel de Hielo
de Quebec, el único establecimiento de estas características en
América. Su primera ubicación estaba al lado de las cascadas de
Montmorency. Pero, más tarde, en 2011, fue trasladado a su localización
actual, en el antiguo zoológico de Quebec.
Tras varios años de existencia el hotel se ha convertido en uno de los iconos de la ciudad y todos los inviernos sus habitantes acuden a admirar el nuevo diseño y estructura, ya que estas cambian todos los años con una temática nueva. La de 2013 es: “Un viaje a lo más profundo del invierno”. La estructura completa del hotel está hecha con hielo y nieve. Su construcción, en la que suelen trabajar 50 personas entre obreros y escultores, dura seis semanas. El hotel comienza a construirse en diciembre, tan pronto como las temperaturas descienden bajo cero durante una semana consecutiva, y suele estar abierto hasta finales de marzo, cuando la nieve comienza a derretirse.
El hotel cuenta con 44 habitaciones personalizadas, además de una sauna y un spa solo para los huéspedes y un bar con DJ abierto al público en general. Los cócteles se sirven en vasos de hielo reutilizables, con los que obtendremos un descuento en la segunda bebida. El hotel también se ha convertido en un destino popular entre los habitantes de Quebec para celebrar bodas en la capilla de hielo y para la posterior celebración.
Aunque lo primero que uno piensa es que va a morir congelado dentro del hotel, la verdad es que en días de invierno en los que en Quebec es fácil bajar de los -25 °C, dentro del hotel no se está tan mal, dado que la construcción de nieve mantiene de forma natural una temperatura constante de -3 °C. Además, los asientos de hielo están cubiertos por todas partes con pieles de ciervo que, aunque quizá para algunos sea una atrocidad, para el personal del hotel constituyen el mejor aislante.
Para los que todavía duden en probar una experiencia así existen otros incentivos que pueden convencerles: la total oscuridad de las habitaciones y el silencio, ya que la nieve es un excelente aislante del sonido. El hotel también está abierto a las visitas, todos los días a partir de las 10 de la mañana.
Tras varios años de existencia el hotel se ha convertido en uno de los iconos de la ciudad y todos los inviernos sus habitantes acuden a admirar el nuevo diseño y estructura, ya que estas cambian todos los años con una temática nueva. La de 2013 es: “Un viaje a lo más profundo del invierno”. La estructura completa del hotel está hecha con hielo y nieve. Su construcción, en la que suelen trabajar 50 personas entre obreros y escultores, dura seis semanas. El hotel comienza a construirse en diciembre, tan pronto como las temperaturas descienden bajo cero durante una semana consecutiva, y suele estar abierto hasta finales de marzo, cuando la nieve comienza a derretirse.
El hotel cuenta con 44 habitaciones personalizadas, además de una sauna y un spa solo para los huéspedes y un bar con DJ abierto al público en general. Los cócteles se sirven en vasos de hielo reutilizables, con los que obtendremos un descuento en la segunda bebida. El hotel también se ha convertido en un destino popular entre los habitantes de Quebec para celebrar bodas en la capilla de hielo y para la posterior celebración.
Aunque lo primero que uno piensa es que va a morir congelado dentro del hotel, la verdad es que en días de invierno en los que en Quebec es fácil bajar de los -25 °C, dentro del hotel no se está tan mal, dado que la construcción de nieve mantiene de forma natural una temperatura constante de -3 °C. Además, los asientos de hielo están cubiertos por todas partes con pieles de ciervo que, aunque quizá para algunos sea una atrocidad, para el personal del hotel constituyen el mejor aislante.
Para los que todavía duden en probar una experiencia así existen otros incentivos que pueden convencerles: la total oscuridad de las habitaciones y el silencio, ya que la nieve es un excelente aislante del sonido. El hotel también está abierto a las visitas, todos los días a partir de las 10 de la mañana.
1 comentario:
Que tal la experiencia? Hay un hotel en Baqueira Beret parecido así que espero ir pronto!
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